Ocho claves para entender el segundo Gobierno de Pedro Sánchez

El presidente apuesta por la permanencia de su núcleo duro, con una agenda centrada en la economía y la transición ecológica

Luis Tejero
LuisTejero.com

--

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, durante el anuncio de su nuevo equipo.
  1. Dos Gobiernos en uno. El nuevo Gobierno de Pedro Sánchez son, en realidad, dos Gobiernos en uno. Por un lado, el presidente, las tres vicepresidentas y el núcleo duro del entorno del PSOE, especialmente en el área económica, en la lucha contra el cambio climático y en los ministerios llamados “de Estado”, como Interior, Exteriores, Defensa o Justicia. Y por otro, el equipo de Unidas Podemos, centrado en cuestiones sociales, con Pablo Iglesias como vicepresidente segundo y otros cuatro ministros.
  2. Continuidad con cambio. El Ejecutivo recién confirmado combina la permanencia de más de una decena de ministros con la necesaria renovación que implica la coalición con el grupo de Iglesias. Nombres como los de Carmen Calvo, Nadia Calviño, Teresa Ribera, José Luis Ábalos, María Jesús Montero, Fernando Grande-Marlaska o Margarita Robles, que ya acumulan experiencia ejecutiva en anteriores gabinetes del PSOE, convivirán en el organigrama con los de Irene Montero, Alberto Garzón o Yolanda Díaz, que se estrenan en estas responsabilidades después de haber sido diputados de Unidas Podemos.
  3. Un mensaje a los mercados. La lista elegida por Sánchez puede interpretarse como un mensaje tranquilizador a los mercados, al empresariado y a Bruselas. En tiempos de incertidumbre a nivel global, el próximo Gobierno evitará experimentos y giros bruscos en la economía, al menos a corto plazo. Así lo demuestran la creación de una vicepresidencia económica, el refuerzo de la ministra de Hacienda como nueva portavoz, el fichaje de una experta en comercio internacional como titular de Exteriores y la incorporación del hasta ahora presidente de la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) como encargado de las pensiones.
  4. La agenda verde, gran prioridad. El ascenso de Ribera de ministra a vicepresidenta ejemplifica la importancia que Sánchez pretende otorgar a la transición ecológica. Tras la celebración en Madrid de la cumbre climática COP25 y en un momento en el que la UE avanza con determinación hacia un Pacto Verde Europeo, las cuestiones medioambientales se situarán en el centro de la acción del Ejecutivo con una clara apuesta por las renovables, la movilidad sostenible y la eficiencia energética.
  5. Una coalición en minoría. Investido en una ajustada votación con 167 diputados a favor, 165 en contra y 18 abstenciones, Sánchez preside un Gobierno que estará continuamente pendiente de la calculadora parlamentaria. PSOE y Unidas Podemos suman apenas 155 escaños, por lo que necesitarán buscar apoyos entre otras formaciones de izquierdas, regionalistas o independentistas para aprobar los próximos Presupuestos Generales del Estado y sacar adelante su agenda en un contexto de inestabilidad.
  6. Sin mayoría alternativa. A diferencia de lo ocurrido durante el segundo Gobierno de Mariano Rajoy, cuando existía una mayoría alternativa que acabó dando lugar a la moción de censura en 2018, en esta ocasión parece difícilmente viable una alianza parlamentaria circunstancial para echar del poder a Sánchez por esa misma vía. Para ello deberían unir sus fuerzas no solamente PP, Vox y Cs, sino también varios de los partidos independentistas que mantienen un áspero enfrentamiento con el bloque de la derecha.
  7. Una legislatura tensa. La crispación acumulada durante las dos campañas electorales consecutivas, con la tensión añadida de la sesión de investidura, es el presagio de una legislatura que estará marcada por la agitación en el Hemiciclo y quizá también en las calles. Paradójicamente, los ataques al Gobierno desde las bancadas de la oposición podrían servir como ‘pegamento’ para reparar o minimizar las posibles grietas internas en la coalición. Cuanto más duras sean las críticas de la derecha, más unida deberá mantenerse la izquierda de cara a sus militantes y votantes.
  8. Los independentistas, decisivos. Sin la abstención de ERC y EH Bildu, Sánchez no habría superado la votación en el Congreso. Con este condicionante, cabe preguntarse si el Ejecutivo será capaz de resistir cuatro años o, por el contrario, los españoles serán llamados nuevamente a las urnas antes de 2023. La “paciencia” prometida por algunos portavoces independentistas durante el debate de investidura dependerá de cómo avance la mesa de diálogo en Cataluña y de cuál sea el equilibrio de fuerzas después de las elecciones autonómicas que podrían convocarse a lo largo de 2020. Mientras tanto, el presidente y sus ministros intentarán marcar la agenda con medidas que tengan repercusión mediática para consolidar la impresión de que España tiene por fin un Gobierno en activo, y no en funciones.

(Publicado en el blog de MAS Consulting).

--

--